Desde hace años venimos mejorando la imagen de nuestros pacientes mediante rellenos, toxina botulínica y tratamientos orientados a mejorar la perdida de volumen de la cara. El paso de los años trae consigo indudablemente una pérdida gradual de masa grasa de la cara. Si añadimos la flaccidez, es evidente que hay que dar la razón a aquellos que afirman, “el tiempo no perdona.”.
Afortunadamente, las técnicas y
los avances en medicina estética consiguen lo que hace años se conseguía con
cirugía, pero sin anestesia ni postoperatorio.
Todo esto se hace innecesario cuando hablamos de técnicas como los
nuevos hilos tensores.
Son hilos de ácido poliláctico, son
totalmente reabsorbibles y se han utilizado durante muchos años en
cirugía cardíaca. Son extremadamente
resistentes pero delicados con los tejidos.
¿Cómo se hace?
¿Cómo se hace?
El paciente no requiere anestesia
y todo el proceso dura unos 30 minutos si aplicamos en la cara y 45 minutos si es
en el cuello. Utilizamos un punto de
entrada y dos de salida. Los hilos se
insertan de manera totalmente inocua y se van tensando hasta alcanzar el efecto
de “lifting” deseado.
¿Cuál es su indicación?
Se utilizan para mejorar la flacidez de cara y cuello, en
especial la parte inferior del rostro ya que con otros tratamientos los
resultados de esta zona no eran los deseados.
Existen
otros hilos también reabsorbibles que son utilizados para estimular el colágeno
facial de los que hablaremos en el siguiente articulo de este blog.
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