Hay cientos de productos cosméticos antiedad, pero solo unos pocos son capaces de llegar hasta las capas más profundas de la dermis.
El objetivo de cualquier producto antiedad debería de ser detener la degradación de los tres principales componentes de la piel, el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico, que se encuentran disminuidos en la piel envejecida.
La mayoría de los productos antiedad se elaboran con estos componentes, pero muy al contrario de lo que solemos pensar, estos no son efectivos, su estructura no les permite penetrar por vía tópica. Además, no existen productos que puedan suplir esos componentes cutáneos, por lo que las cremas o serums que los contienen, no son efectivas. Sin embargo, existen productos que estimulan su producción, por ejemplo la síntesis de colágeno se estimula con el uso de retinoides tópicos y vitamina C oral, y la suplementación con glucosamina incrementa los niveles de ácido hialurónico. También podemos recurrir a tratamientos como la mesoterapia, o el dermapen que vehiculizan esas sustancias hasta las capas profundas de la dermis.
Desgraciadamente no todos los cosméticos son tan efectivos como dicen ser, por lo que es conveniente que un especialista nos asesore sobre qué necesita nuestra piel en cada momento.
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