El
error es siempre querer convertirnos en lo que no somos. Si somos morenas
queremos ser rubias, si bajitas, altas, si muy delgadas, más llenitas, y así un
largo etc.
La
prensa, la sociedad, la televisión, nos impone unos cánones de estética que
bombardean continuamente nuestra cabeza. Es difícil mirarse al espejo por la
mañana recién levantado y gustarse, si nos comparamos con estupendas modelos
vestidas de marca, peinadas y maquilladas por el mejor, y habiendo pasado por
una memorable sesión de photoshop. Me gustaría ver a Jennifer López, recién levantada
sin sus extensiones, sus pestañas postizas, su maquillaje etc, no digo que esté
fea, pero seguro que no parece el cañón de mujer que acostumbramos a ver.
La
idea es gustarnos a nosotros mismos y para ello debemos buscar referentes que
nos parezcan atractivos, pero, a quién
podamos parecernos de forma realista. Si soy Torrebruno nunca podré parecerme a
Brad Pitt, pero quizás si, a Dani de
Vito, y algo ya gano. Fuera de bromas, siempre podemos sacarnos más partido a nosotros mismos, para resultar más atractivos. Yo os animo a
eso precisamente, miraos al espejo y resaltar vuestras virtudes, con la ropa,
con el maquillaje, con el peinado, con la personalidad, ¿y por qué no?, con algún pequeño retoque.
POSDATA: Mis disculpas a Jennifer López, Torrebruno y Dani de Vito.
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